Recuerdo una tarde larga en el cafe frente a la terminal de micros de San Salvador de Jujuy. Íbamos camino a Bolivia y Néstor estaba irasible por demás, horas después ya en Villazón casi termina preso por enfrentar a un polícia armado y al encargado de la estación de trenes. Que recuerdo!! Por ese entonces había muchas de esas historias al límite.
Un día en el café La Paz de Buenos Aires escuché al mozo putear por la propina que le habían dejado en una mesa. parece que eran turistas japoneses con dos guías argentinos y se ve los guías les habían dicho que se acostumbraba a dejar algo para los mozos en Argentina al retirarse del bar...¿que se les ocurrió a los ponjas? le dejaron una leyenda en japonés escrita en un papel. Ah!!! me olvidaba un dato habían gastado más quinientos pesos porque el mozo reclamaba que si le hubieran dejado el diego hubiera salvado la mañana. Muy bueno el café y los diálogos. Luis.
Recuerdo una tarde larga en el cafe frente a la terminal de micros de San Salvador de Jujuy. Íbamos camino a Bolivia y Néstor estaba irasible por demás, horas después ya en Villazón casi termina preso por enfrentar a un polícia armado y al encargado de la estación de trenes. Que recuerdo!! Por ese entonces había muchas de esas historias al límite.
ResponderEliminarUn día en el café La Paz de Buenos Aires escuché al mozo putear por la propina que le habían dejado en una mesa. parece que eran turistas japoneses con dos guías argentinos y se ve los guías les habían dicho que se acostumbraba a dejar algo para los mozos en Argentina al retirarse del bar...¿que se les ocurrió a los ponjas? le dejaron una leyenda en japonés escrita en un papel. Ah!!! me olvidaba un dato habían gastado más quinientos pesos porque el mozo reclamaba que si le hubieran dejado el diego hubiera salvado la mañana.
ResponderEliminarMuy bueno el café y los diálogos.
Luis.